El mito es fundamental para la supervivencia de las culturas llamadas primitivas. En él existe un pensamiento válido, aunque su verdad no sea la de la ciencia.
El pueblo indígena uitoto, que habita en el corazón de la Amazonia colombiana, es una nación cuya tradición mítica puede ejemplificar la filosofía amerindia como saber práctico.
El rito de relevancia para el pueblo uitoto es el baile, que no es una simple danza sino un torneo del saber, en el cual se pone a prueba la sabiduría práctica y ancestral del abuelo sabedor. Por ello, un baile requiere de mucha preparación y cuidado.
En el arte rupestre del pueblo amerindio también es posible hallar el símbolo de la posición sedente, principalmente en los petroglifos, esto es, en los grabados sobre piedra.
Dos mitos propios de la cultura uitoto son: el primero se prohíbe el hurto, en el segundo se proscribe el incesto.
El corpus mítico uitoto es igualmente rico en ejemplos de la posición sedente, principalmente en relatos cosmogónicos, es decir, que tratan del origen del mundo, pues en ellos los demiurgos se sientan a pensar con el corazón.
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